martes, 5 de febrero de 2019

ADIOS A LA VIOLETERA

Adiós a la Violetera

La dueña de los ojos más bellos del cine español acaba de decirnos adiós. Si en días anteriores el género sufría las insustituibles pérdidas de la actriz Mariví Bilbao y del cineasta Bigas Luna, esta mañana ha sido Sara Montiel quien fallecía en su domicilio del barrio de Salamanca, en compañía de su hija Thais, víctima de una grave crisis respiratoria que su médico no pudo estabilizar, pues cuando llegó a su domicilio ya no era posible hacer nada por la actriz.
Sara al principio de su carrera
Sara al principio de su carrera
María Antonia Abad Fernández nació en Campo de Criptana hace 85 años. Su padre, agricultor viudo con tres hijos, y su madre, soltera con otro, no contaban con procrear en común por la precaria situación económica que atravesaban. Cuando la madre de Sara descubrió que estaba en estado, su suegra trató de hacerla abortar y, en efecto, perdió uno de los dos hijos que esperaba, pero el 10 de marzo de 1928 dio a luz a una niña.
Con la posguerra, la familia Abad se trasladó a Alicante, donde el padre abriría una bodega y las suerte comenzó a sonreirles. Por aquellos tiempos, el productor Vicente Casanova se prendaría de la belleza y el talento de la pequeña al verla interpretar una saeta durante la Semana Santa de Orihuela. Casanova fue su descubridor y le procuró clases de interpretación y canto a la joven, que debutaría en la película “Te quiero para mí”, dando vida a Alejandra como secundaria.
Su primer papel protagonista lo recibió en la película “Empezó en boda”, a la que sucederían grandes éxitos como “Locura de amor”, “La mies es mucha” ó “El capitán veneno”. Pronto, el cine mexicano, floreciente en la época, se fijaría en la bellísima actriz española y Sara daría el salto al país azteca, donde se la recuerda por filmes como “Cárcel de mujeres” ó “Piel canela” entre varias otras, culpables de que en Hollywood se solicitara la presencia de aquella española que cosechaba tantos éxitos.
Corría el año 1954 y Sara Montiel era la primera española en conquistar la Meca del cine. Allí rodó junto a grandísimos actores como Gary Cooper -”Veracruz”-, Burt Lancaster ó Charles Bronson. A “Veracruz” le seguirían “Serenade”, “Run of the arrow” y “Yuma”.
En 1957, la internacional manchega rodaría la película más taquillera de la historia de nuestro cine: “El último cuplé”. Desde ese momento, Sara Montiel fue la actriz mejor pagada del momento. La actriz llevó de cabeza a la censura con éxitos de la talla de “La violetera”, “Carmen la de Ronda”, “Mi último tango”, “La bella Lola”, “La dama de Beirut”…
En la cumbre del cine internacional
En la cumbre del cine internacional
Con la llegada de la Transición española, Sara decidió dedicarse de lleno a su otra gran pasión, la música, con boleros como “Contigo aprendí”, “Bésame mucho” ó el famosísimo “Fumando espero”. Era la época del destape y a Sara no le apetecía lo más mínimo participar en ese tipo de cine. En el ámbito musical, años más tarde grabaría con Fangoria el tema “Absolutamente” y protagonizaría un videoclip de su hijo Zeus.
En televisión, Sara condujo los programas “Sara y punto” y “Ven al paralelo”, con los que arrasó en audiencia.
Mujer imprevisible, nos sorprendió a todos cuando en el año 2002 grabó un llamativo anuncio para los premios MTV.
En el ámbito personal, Sara Montiel contrajo matrimonio en cuatro ocasiones:
-Con el director de cine Anthony Mann, Sara contrajo matrimonio dos veces en 1957. Mann se encontraba enfermo y la primera boda fue en artículo mortis. Cuando el estadounidense se restableció, la pareja celebró nuevamente su unión. La actriz siempre reconoció que estuvo muy enamorada del cineasta, de quien se divorciaría en 1963.
-Chente Ramírez sería su segundo esposo, pero este fugaz matrimonio sólo duraría dos meses.
-El empresario Pepe Tous fue el amor de su vida. La pareja se casó después de un largo noviazgo de diez años y fueron padres de Thais y Zeus, a quienes adoptaron por la imposibilidad de Sara, quien sufrió un total de trece abortos, de ser madre biológica. Sara y Pepe vivirían una época muy feliz con sus hijos, hasta que en 1992 un cáncer de colon se llevó al esposo de Saritísima.
Sara Montiel y Pepe Tous, con sus hijos Thais y Zeus
Sara Montiel y Pepe Tous, con sus hijos Thais y Zeus
-Con el cubano Tony Hernández, Sara se uniría en 2002, para separarse ocho meses después. De esta relación, que terminó muy mal, quedan grandes frases para el recuerdo como la inolvidable “¿Pero qué pasa? ¿Pero qué invento es ésto?”. Sara tenía 76 años y Tony 38 y la actriz decidió elegir a sus hijos, quienes incluso abandonaron el domicilio familiar por la antipatía que sentían hacia Hernández.
Otros grandes amores de la diva manchega fueron Ernest Hemingway -de quien aprendió a fumar puros-, James Dean, Miguel Mihura ó su eterno novio, Giancarlo del Duca, con quien estuvo a punto de ser madre.
Sara sorprendió a propios y a extraños con la publicación de sus memorias, “Vivir es un placer”, en el año 2000. En ellas contaba la afición del difunto Pepe Tous a participar en tríos con una mujer de color, su primer contacto sexual a los nueve años e incluso una relación sentimental con el Nobel Severo Ochoa. Aquí comenzaría una agria polémica con el hoy difunto empresario José Luis Martín Berrocal, quien la acusó de “ponerse en el coño la medalla de Severo”.
La actriz fue bellísima hasta el último de sus días
La actriz fue bellísima hasta el último de sus días
La actriz tuvo que sufrir hasta la muerte del ganadero sus continuos ataques televisivos, que comenzaron cuando, después de pedirle a Sara Montiel que fuese la madrina de su hija Alba, Vicky Martín Berrocal le dijo que prefería que lo fuese su única hermana. Sara, como la señora que siempre fue, le respondió que no pasaba nada, pero nadie sabe por qué, él padre de la diseñadora comenzó a tomarlas con Saritísima.
Su hermana mayor, Elpidia, siempre fue una segunda madre para la actriz, con quien vivía y por cuya muerte se sintió muy apenada en 2006. Elpidia Abad contaba con 93 años y siempre se mantuvo en un discreto segundo plano.
Como reconocimiento a su carrera, Sara recibió notables premios como la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, el Golden Eagle, y una estrella en el Paseo de la Fama de Madrid.

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