martes, 5 de febrero de 2019

CON EL CANCER NO SE JUEGA

Jugar con el cáncer

Estoy hasta los mismísimos ovarios de que en Telecinco se frivolice con el cáncer. Me parece alucinante que una vez más se pasen el "Doce meses, doce causas" por el arco del triunfo.

El otro día, apareció en un programa de televisión una hija de la difunta periodista Maika Vergara. Para quien no lo sepa, Maika colaboraba en programas y revistas del corazón y falleció hace nueve años de un infarto de miocardio. Destacaba por ser una mujer muy elegante y a todas luces era una profesional seria y respetada. Así quedó la cosa, hasta que recientemente su hija Mónica aterrizó en "Sálvame" y "Sálvame Deluxe" para desenterrar a su madre, quejándose de que el viudo de ésta no les entregaba unas joyas a ella y a su hermana, que por cierto había comprado él.

Maika Vergara se inventó un cáncer "para mantener su trabajo"
Varios periodistas y colaboradores encaran a Mónica, recordándole que su madre era mala, dañina, mentirosa, manipuladora... ¡y que se había inventado un cáncer! Mónica trata de defenderse, asegurando que sí era verdad, hasta que su propio padrastro asegura que su difunta esposa NO tenía cáncer y que se lo había inventado para dar pena y no perder su trabajo en Telecinco.

Vamos a ver, ¿cómo se puede ser tan perra para hacer algo así? He sentido muchísimo asco y me da lo mismo que se haya muerto; que te dé un ataque al corazón y la palmes no te exime de ser un ser mentiroso y deplorable que juega con una enfermedad tremenda, además con fines económicos.

Y la hija no sé si es que le faltan veinte veranos, si quiere defender la memoria de su madre -cosa que dudo, pues al volver a ponerla en el candelero sabía que iba a salir todo ésto- ó si es igual de mala que ella. Patidifusa me quedé cuando dijo que a ella le daba igual que se hablara de su madre, porque lo único que quería eran las joyas. Pues mire usted, la dignidad de un padre no debería de tener precio; y muchísimo menos cuando es la de un padre muerto. La señora Vergara decía en el programa de Ana Rosa que se iba a Houston a someterse a un tratamiento oncológico y donde estaba era haciéndose la estética. Además su hija es bruta hasta para mentir, porque un enfermo de cáncer NO puede donar órganos, por mucho que no se haya sometido a radio ni a quimioterapia.

Me encojona que la gente se invente un cáncer. Una ex amiga mía lo hizo. Quizá alguien la recuerde, porque hace tiempo escribí un post sobre ella alabando su valentía... ¡pero cómo no iba a ser valiente y tener vitalidad, si estaba más sana que una manzana! Nos tomó el pelo a base de bien, comunicándonos su "cáncer de estómago" justo cuando mi padre acababa de fallecer de un cáncer de verdad. Lloré mucho, hice lo imposible por ayudarla, la animé, me volqué en ella y todo era una más de sus mentiras, porque luego le pillé varias más. El desprecio que sentí me impidió continuar con esa amistad. Ella, al sentirse descubierta, ni siquiera me llamó ni me escribió para ver por qué ya no la llamaba, visitaba ó para averiguar el motivo por el que la eliminé del Facebook. Y vale más que no lo haga, porque entonces se le cae la cara de vergüenza y no la levanta en una semana.

En "La que se avecina" se pasan de graciosos
Este tema debe estar de moda, porque he tenido la mala suerte de ver anunciar en Telecinco un nuevo capítulo de "La que se avecina". Que sí, que la serie tiene puntazos, que Amador y el Recio son la hostia y Estela Reinolds es un gran descubrimiento. Pero éso no quita que no me haga ninguna gracia que sigan los pasos de "Aída" teniendo el inmigrante de rigor al que humillar llamándolo indio -quien diga que es una broma, se nota que nació aquí-, enviándolo a la selva y tratándolo de ignorante y de salvaje. Sin embargo, el próximo capítulo me hace menos gracia.

Si alguien no lo ha visto, salen Maite y Amador, "los Cuquis", con la cabeza rapada junto a sus cuatro hijos, fingiendo un cáncer para no ser desahuciados mientras dicen: "Somos enfermitos". Mi madre y yo, con la experiencia vivida con esa enfermedad, nos quedamos lívidas y lo que nos dio fueron ganas de llorar. ¿Cómo es posible que se cachondeen así? Porque hay que ser muy hijos de puta para hacerlo. Evidentemente, no veré ese capítulo ni creo que vuelva a tragarme la serie durante mucho tiempo.

Para quien no lo ha vivido cerca ó en sus carnes, esto puede ser anecdótico, pero en este país hay muchas personas pasándolo mal y no hay derecho a que se frivolice con un tema tan serio. Yo misma tuve unos pólipos en el colon con veinte años y aunque la cosa no pasó a mayores, sé lo que es el miedo, me sometí a muchas revisiones y sufrí colonoscopias sin anestesia y demás mierdas. Y con un padre con cáncer y un abuelo con cáncer y muchos primos de mi padre con cáncer, soy consciente de que es una posibilidad desarrollar esta enfermedad en el futuro, al igual que las cardiacas por la parte de mi madre. Por éso, estoy lo suficientemente sensibilizada para sentir el mayor asco del mundo por estas cosas.

Con el cáncer NO se juega.

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