martes, 5 de febrero de 2019

GRAN VATICANO SOLO PUEDE QUEDAR UNO

Gran Vaticano: sólo puede quedar uno


Martes, 12 de marzo de 2013. Comienza el cónclave para elegir al 266º sucesor del trono de San Pedro. 115 cardenales tienen en su mano la responsabilidad de votar a quien consideran el indicado por Dios y muy probablemente uno de ellos saldrá Pontífice de la Capilla Sixtina en los próximos días.
Rezando el Veni Creator, los cardenales imploran la guía del Espíritu Santo y, al grito de “¡Extra omnes!” -”Todos fuera”, cierran las puertas para quedarse a solas ante la impresionante obra de Miguel Ángel.
Aunque hay cinco cardenales españoles papables, pongo la mano en el fuego de que ninguno de ellos será el próximo Papa. Antonio María Rouco Varela, Carlos Amigo, Lluis Martínez Sintach, Antonio Cañizares y Santos Abril y Castelló podrán ser escogidos, mientras que cinco más -Jose Manel Estepa Llaurens, Francisco Álvarez Martínez, Ricardo María Carles Godó, Julián Herranz y Eduardo Martínez Somalo- estarán presentes sin poder participar en la votación debido a su edad.
Es la primera vez después de seis siglos en que se celebra un cónclave con el anterior Papa vivo. Esta no es la única curiosidad, porque nunca antes un no europeo había sido una posibilidad real para ostentar el Pontificado.
Son muchas las porras acerca de la identidad del nuevo Papa y, en mi opinión, hay dos fuertes candidatos que considero que tienen muchas opciones de hacerse con el Anillo del Pescador:
Sean Patrick O´Malley
Sean Patrick O´Malley
-Sean Patrick O´Malley (68), arzobispo de Boston, es cardenal desde 2006. Miembro de los capuchinos, entró en el seminario menor a los 12 años y se ordenó sacerdote a los 26. Habla cinco idiomas, estudió teatro, es bloguero y considera que las nuevas tecnologías son muy útiles a la hora de acercar a los jóvenes a la iglesia.
Angelo Scola
Angelo Scola
-Angelo Scola (71), arzobispo de Milán, fue patriarca de Venecia y profesor de teología y cristología. En Italia es el gran favorito y, como detalle,  el último arzobispo de Milán que llegó a Papa fue Pablo VI.
Si pudiera escoger al próximo Pontífice pese a no ser católica -ya que ellos se meten en todo, no estaría mal tener voz y voto-, me acogería a la opinión de mi padre tras el fallecimiento de Juan Pablo II. Mi progenitor era un gran católico y no menos buena persona y, en su forma de pensar, el cardenal de Ghana Peter Turkson sería una cura de humildad para muchos, volcándose más que otros en el bienestar de los más desfavorecidos debido a su origen.
Peter Turkson
Peter Turkson
Peter Turkson (64), quien sería el primer Papa negro, cumple muchos de los requisitos que ha de tener la cabeza de la Iglesia Católica. Juan Pablo II lo nombró cardenal en 2003y actualmente preside el Concilio Pontificio de Justicia y Paz. Cercano a Benedicto XVI, se caracteriza por su energía, el conocimiento de siete idiomas y su notable intelectualidad.
En cuanto al nombre que elegirá el 267º Pontífice, los más populares son Juan Pablo, Benedicto y Pío.
Juan Pablo es un nombre que descarto, por el peso que conlleva. Todos sabemos que Juan Pablo II fue un Papa muy querido por los católicos, que se ganó las simpatías de un gran número de personas y quien lleve su nombre puede ser acusado de pretencioso. El fallecido Pontífice escogió en su día llamarse así como homenaje a su antecesor, Juan Pablo I. Nacido Albino Luciani, Juan Pablo I fue el Papa más breve, durando tan sólo 33 días. Contaba con 65 años y extraoficialmente siempre se comentaron las extrañas circunstancias que pudieron rodear su muerte. Primer Pontífice en escoger un nombre compuesto, lo hizo en recuerdo de Juan XXIII y Pablo VI, a quienes admiraba.
Benedicto sería escogido simplemente por los más allegados al Papa Emérito. Me parece improbable que el sucesor de Joseph Ratzinger elija llamarse así, más que nada por lo complicada que sería la coexistencia de dos Papas con el mismo nombre.
Pío lo considero un nombre socorrido. Corto, conciso y propio de varios Papas de la historia reciente. No me extrañaría que el nuevo Pontífice decidiera gobernar como Pío XIII.
Juan, Pablo, León, Gregorio ó Clemente también me parecen opciones bastante probables.
De lo que estoy segura, es de que ninguno de los papables elegiría llamarse Pedro. El nombre del primer Papa nunca ha sido escogido por ninguno de sus sucesores y, al igual que Juan Pablo, representaría una gran responsabilidad para quien lo ostentara.
Juan II fue el primer Papa que decidió sustituir su nombramiento de pila por otro, en el año 533. Nacido como Mercurio, al ser éste un nombre pagano consideró que no debía llevarlo y creó escuela entre posteriores Pontífices.

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