martes, 5 de febrero de 2019

UNA PASION MUY SOFISTICADA

Pasión sofisticada

La diferencia entre la cutrez y el buen gusto, entre ir a hacer cositas a un picadero y pasar un rato de excepción. Y es que a mí lo de hacer el amor en un coche nunca me gustó. Bueno, me refiero a mis tiempos jóvenes, porque obviamente una señora de 29 años como yo ya no está para esos trotes.

Con 18 años, cuando tu novio se acaba de sacar el carné y no tenéis un duro ninguno de los dos lo entiendo. Pero cuando la gente ya tiene una edad y se expone en el típico rincón donde van sesenta parejas más, sinceramente veo otras opciones. No hay nada más incómodo que rendirte a una única postura, mientras que puede llegar un listo por la ventana y al día siguiente estás colgado en internet.

Si ninguno de los dos tenéis casa, hay muchas opciones chulísimas en forma de hoteles donde disfrutar de momentos inolvidables.

Cuando llega la celebración del aniversario, cumpleaños, petición de mano... pocas formas mejores de grabar ese momento para siempre en tus retinas que un lugar como La Vie en Rose, ubicado en Barcelona.


Con habitaciones de ensueño, modernísimas y una de ellas con jacuzzi -¡amo los jacuzzis!- para las ocasiones más especiales, es imposible no sucumbir a su encanto. Te sentirás en un loft neoyorkino, con su fastuosa iluminación, que te hará vivir una experiencia única.

Yo es que soy una romántica y me gusta celebrar a conciencia los días especiales. Unos pétalos de rosa en el agua del jacuzzi, la botella de champán... ¡y un montón de fotos para la intimidad!

Este lugar me agrada especialmente porque posee la certificación ISO 90001 y una que ha estudiado Calidad, sabe cuán importante es recibirla y todo lo que garantiza.

¿Y si llegas antes que tu pareja? ¿Tienes que esperar en el coche, en la puerta ó en la habitación en picardías ensayando posturas sexies delante del espejo? ¡No es necesario! El cliente dispone de salas privadas, también de diseño, dónde esperar sin ser molestado por nadie y garantizando en todo momento su intimidad.

Las habitaciones están provistas de teléfono, minibar gratuíto, wifi, servicio de habitaciones personalizado, ¡y cafeteras Nespresso!


Lo que más me preocuparía de un lugar así es la higiene y en La Vie en Rose parece que se lo toman muy en serio, porque las sábanas y toallas llegan directamente de lavandería empacadas e higienizadas y los sets de higiene personal que proporcionan son completamente nuevos. Sin olvidar que tienen el detalle de regalarte los preservativos.

¿Hay algo que no me guste? El tema de las escort. El hotel no las proporciona, aunque sí te pone en contacto con ellas sí lo deseas. Gracias a la garantía de intimidad no vas a coincidir con ningún cliente que acuda junto a una escort, pero, de verdad, ¿es ésto tan importante? ¿Si vamos a un hotel que no esté destinado únicamente a mantener relaciones sexuales, no puede darse también esta situación? Nadie lleva escrito en la cara "soy una escort" y realmente van a hacer lo mismo que uno, por lo que nos debería de dar igual. ¿Que preferiría no coincidir? Seguramente, pero no por las chicas -que yo la prostitución cuando es por voluntad propia la respeto por completo-, sino porque no me gustaría coincidir con sus clientes en modo goloso. Lo bueno es que, al ser un sitio distinguido, estos son tíos "normales" y discretos -no sólo contrata escorts el desesperado de la vida y menos cuando son tan guapas-, ¡y además no coincides con nadie!


Que es ver la habitación del jacuzzi, con su diseño y la botella de champán y me dan ganas de preparar un encuentro romántico, ¡porque el sitio es precioso y muy distinguido!

No hay comentarios:

Publicar un comentario