Hoy es el día
Al fin ha llegado el día. 13 de abril de 2008, 13 de abril de 2013. Cinco años.
Aún me acuerdo... era mediodía, como ahora. Como se había hecho habitual, hablábamos por el messenger (DEP) cuando él me propuso ir al cine. ¡No cabía en mí de gozo! Corrí a arreglarme, me puse lo más guapa que pude -que por aquel entonces era mucho, porque era joven, bella, sin canas y con tipazo- y al rato apareció por delante de mi casa en su súper deportivo. Cabe señalar que en un principio él creía que en la uni lo primero que había llamado mi atención había sido su coche (le daban mucha rabia las niñas que se fijaban en éso), pero hasta que no empecé a espiarlo a la salida nunca supe si venía en vehículo propio, autobús ó jaca cordobesa.
Total, que nos fuimos a unas terrazas con vista impresionante, junto al mar, a tomar unas cañas. Mientras hablábamos, yo tenía una sonrisa de oreja a oreja. ¡Era guapísimo, inteligentísimo, perfecto y estaba conmigo! No me lo podía creer. Charlamos de mil cosas, nos reímos... y el sol brillaba, como hoy. También era sábado.
De ahí nos fuimos al cine. No olvidaré la película, era "Fuera de carta". Todo el tiempo cogidos de la mano, como días atrás, cuando en clase de Psicología Jurídica habíamos bajado a la sala de proyecciones a ver "Doce hombres sin piedad" y nos pasamos la película haciendo manitas.
Cuando salimos, nos dirigimos a comprar la cena. Pizza. Cabe señalar que en cinco años he visto a mi respectivo comer pizza dos veces: ese día y hace dos años en un restaurante italiano. No hubo formalismos de "¿quieres salir conmigo?" ni similares, nosotros ya lo dimos por hecho, así de simple.Tan simple que si no se lo recuerdo, se le olvidan todas las fechas, hasta el punto de que los cumpleaños los apunta en el móvil.
¡Lo que pasó después de la pizza, no es contenido apto para un blog decente y serio como éste!
Cinco años después, cada vez que lo voy a ver tengo las mismas mariposas en el estómago. Hoy lo celebraremos e, igual que aquel día, me pondré lo más guapa que pueda para no quedarme atrás a su lado. Estoy convencida de que en la vida puede haber grandes amores, pero ninguno más fuerte del que yo siento por él.
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| Tarta de fresa de aniversario antes de ser decorada |
Total, que nos fuimos a unas terrazas con vista impresionante, junto al mar, a tomar unas cañas. Mientras hablábamos, yo tenía una sonrisa de oreja a oreja. ¡Era guapísimo, inteligentísimo, perfecto y estaba conmigo! No me lo podía creer. Charlamos de mil cosas, nos reímos... y el sol brillaba, como hoy. También era sábado.
De ahí nos fuimos al cine. No olvidaré la película, era "Fuera de carta". Todo el tiempo cogidos de la mano, como días atrás, cuando en clase de Psicología Jurídica habíamos bajado a la sala de proyecciones a ver "Doce hombres sin piedad" y nos pasamos la película haciendo manitas.
Cuando salimos, nos dirigimos a comprar la cena. Pizza. Cabe señalar que en cinco años he visto a mi respectivo comer pizza dos veces: ese día y hace dos años en un restaurante italiano. No hubo formalismos de "¿quieres salir conmigo?" ni similares, nosotros ya lo dimos por hecho, así de simple.Tan simple que si no se lo recuerdo, se le olvidan todas las fechas, hasta el punto de que los cumpleaños los apunta en el móvil.
¡Lo que pasó después de la pizza, no es contenido apto para un blog decente y serio como éste!
Cinco años después, cada vez que lo voy a ver tengo las mismas mariposas en el estómago. Hoy lo celebraremos e, igual que aquel día, me pondré lo más guapa que pueda para no quedarme atrás a su lado. Estoy convencida de que en la vida puede haber grandes amores, pero ninguno más fuerte del que yo siento por él.
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