martes, 5 de febrero de 2019

EL CRIMEN DE LOS MARQUESES DE URQUIJO

El Crimen de los Marqueses de Urquijo

Lourdes Urquijo y Manuel de la Sierra, Marqueses de Urquijo

A sus 54 años, Manuel de la Sierra, Marqués consorte de Urquijo, no era un hombre muy querido por sus más allegados. Sometía a su familia a malos tratos y sus hijos estaban hartos de que siempre escatimara en sus gastos. Las discusiones formaban una constante en el chalé de Somosaguas donde moraban y el ambiente familiar se mascaba tenso. Sin embargo, fuera de su domicilio a Manuel de la Sierra se le conocía por su educación y amabilidad.
María Lourdes -Marieta- Urquijo, de 45 años, destacaba por su timidez y devoción religiosa, perteneciendo incluso al Opus Dei. Ella y su marido se habían casado el 12 de diciembre de 1954 y tenían dos hijos, Myriam (24) y Juan Manuel (22), conocidos entre sus amigos de la alta sociedad como “los pobres” debido a la tacañería de su padre. Myriam debía dar clases a niños para sacar algo de dinero y Juan debía dinero hasta a su ama de llaves.
Juan María Urquijo no estaba muy conforme con la decisión de su hija Marieta de contraer matrimonio con Manuel de la Sierra, pero la joven no dio su brazo a torcer y se unió a su prometido en un enlace donde ejercieron como padrinos los Condes de Barcelona. Manuel de la Sierra no podía competir con el nivel económico de su mujer, motivo por el cual su suegro hubiera preferido emparentar con algún miembro de la catalana familia Güell.
Myriam de la Sierra se había divorciado de Rafi Escobedo, estudiante de Derecho nunca aceptado por su padre debido a la desigualdad económica entre la pareja. Parecía olvidar el Marqués su propia experiencia con su respectivo suegro, manteniendo una relación de tirantez con Rafi, quien llegó a vivir en la casa familiar de Somosaguas antes de mudarse con Myriam a la calle Orense de Madrid.
Juan y Myriam de la Sierra
Juan y Myriam de la Sierra
La hija de los Marqueses de Urquijo mantenía una nueva relación sentimental con Richard Denis Rew, mejor conocido como Dick el Americano.
En la madrugada del 1 de agosto, varias personas entraron en el domicilio de los Marqueses de Urquijo, dirigiéndose al dormitorio del Marqués con la intención de ultimarlo. Infortunadamente, Lourdes Urquijo, que dormía en la habitación contigua, alertada por los ruidos se despertó y los asesinos le dispararon en la boca y en el cuello, justo después de haber hecho lo propio en la nuca de Manuel de la Sierra.
No fue un robo. No sonaron las alarmas. Nadie vio nada.
El primero en percatarse de la muerte de los Marqueses fue el vigilante jurado del chalé, quien preocupado al ver la ventana abierta se dirigió al piso de arriba, donde yacía el Marqués sobre su cama, bocabajo y con signos de estrangulamiento. Ni el perro ni la empleada que dormía en el otro extremo de la vivienda habían escuchado ningún ruido.
La noche anterior, Myriam cenaba en casa de sus padres en compañía de un hijo de su compañero Dick, que solía vivir con la pareja. Dick se encontraba en Oviedo, en un viaje de trabajo.
La investigación policial, varios meses después, detuvo a Rafi Escobedo como presunto autor del asesinato de sus antiguos suegros. Escobedo negaba su culpabilidad, hasta que la policía le mostró a su padre, esposado y maltratado, mientras le aseguraban que el resto de su familia correría la misma suerte. A continuación, el ex marido a Myriam de la Sierra se declaró culpable del asesinato de los Marqueses de Urquijo.
rafiescobedo2
Rafael Escobedo
Javier Anastasio, amigo de Rafi Escobedo y con quien estuvo fumando marihuana la noche del asesinato de los Urquijo, también fue detenido como coautor del doble crimen. Su defensa le dejó claro que no tenían nada en su contra, por lo que él estaba expectante por el comienzo del juicio, pero según el propio Anastasio: un magistrado decente, miembro del tribunal que lo juzgaría, le advirtió de que todo en el juicio estaba arreglado y la sentencia firmada de antemano. Al haber sido puesto en libertad tras cuatro años encarcelado sin haberse celebrado el juicio, como era el máximo legal permitido, el 21 de diciembre de 1987 decidió fugarse a Brasil. Ha estado viviendo en diferentes países sudamericanos con su auténtica identidad, pese a que el delito que se le imputaba ya ha prescrito, aunque ha vuelto a España a visitar a su familia en los últimos años.
Según Anastasio, Rafi Escobedo era incapaz de cometer un crimen. Incluso comenta que, tras una advertencia de Rafi a los hermanos De la Sierra en la que los avisaba de que contaría toda la verdad, Myriam y Juan retiraron la acusación particular contra él.
De la misma manera, Javier Anastasio tampoco cree en el supuesto suicidio de Escobedo, justo después de haber avisado públicamente que hablaría. Rafi Escobedo fue hallado en su celda de la Cárcel del Dueso ahorcado con una sábana. La autopsia encontró cianuro en sus pulmones, pero eso no pareció importarle a nadie.
Juan de la Sierra siempre ha asegurado que, en el momento del asesinato de sus padres se encontraba en Londres, llegando a Madrid a las 5 de la tarde del mismo día. Sin embargo, no se ha podido encontrar su nombre en las listas de pasajeros de ese día y hay quien afirma que lo vio esa misma mañana en la capital española.
¿Quién ganaba con la muerte de los Marqueses de Urquijo? ¿Odiaba realmente tanto Rafi Escobedo a su ex suegro como para querer matarlo tiempo después de su separación de Miriam? ¿Por qué nadie tuvo interés en capturar a Javier Anastasio, pese a que ha vivido en distintos países que sí tienen tratado de extradición con España? ¿Silenciaron a Rafi para que no hablara? ¿Estaban los magistrados y la policía comprados, tal y como afirmaron los presuntos asesinos? ¿Puede ser que Rafi -amigo desde la infancia de Juan- y sus amigos participaran a instancias de alguien, por un chantaje ó convencidos? ¿Ó es más probable que no tuviera nada que ver y, matando dos pájaros de un tiro, “alguien” lo incriminara para quitarlo a él también de en medio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario