martes, 5 de febrero de 2019

LA HIPOCRESIA DE LOS JEQUES

La hipocresía y los jeques de Qatar

Somos tontos. Muy tontos. Somos un país tan de pandereta, que en cuanto llega una tía medianamente guapa, elegante y estilosa, nos rendimos a sus pies y la hacemos ídola ya.



Me refiero, por supuesto, a la Jequesa de Qatar. No me explico de dónde sale tanta admiración ni qué mérito es ser guapa y elegante. Tristemente no caemos en la cuenta de temas mucho más graves, como que el marido de esta mujer es trígamo y ella comparte cama con otras dos señoras. Bonito ejemplo, ¿no? Es penoso que en un país como España nos importe un carajo semejante denigración a la mujer, sólo porque el marido de Seika Moza -que así se llama esta dama- haya venido a invertir.

Carece de sentido que ahora ataquemos a Gadafi, cuando su gobierno nunca fue diferente. Los derechos humanos los violó siempre, así como toda la vida de dios fue un dictador y sin embargo nuestros mandatarios, como les convenía económicamente, mantenían inmejorables relaciones con él y lo catalogaban como amigo.

En Qatar, te ejecutan por ser homosexual. Los derechos de hombres y mujeres no están equiparados. Los inmigrantes están expuestos a un gran maltrato, especialmente las trabajadoras domésticas, que padecen palizas y violaciones.

Claro que si su jeque viene aquí a invertir, nos pasamos tales abusos por el arco del triunfo. Da igual que traten a la mujer como un objeto, que sean homófobos, que vean como normal el maltrato. Eso sí, si en vez de favorecer nuestra economía no comparte, entonces le declaramos la guerra alegando el maltrato ciudadano. ¿Qué es, que ahora no lo vemos? ¿Hay igualdad selectiva, ó cómo?

Me dan vergüenza ajena y propia nuestros gobernantes y la familia real, paseandose con esta gente. Tanto luchar por la igualdad, por los derechos de la mujer y condenar todo lo que huela a misoginia y maltrato de género y nos arrodillamos ante el paradigma de la injusticia y de la ausencia de autonomía femenina. Un dictador, como Gadafi. Pero éste parece que no nos importa que lo sea.

Gran hipocresía. Ahí Aído, por ejemplo, ni abrió la boca. Pobre de ella si protestaba por esta violación a la igualdad. Pajín tampoco veo que haya dicho nada al respecto. Y es que claro, esto nos interesa.  Porque cuando hay dinero, nos da lo mismo todo. Nos da lo mismo que el Jeque de Qatar saque sólo a esta señora, madre de siete de sus veintisiete hijos y tenga bajo llave y escondidas de todos a sus otras dos esposas. Con decir que ella tiene tres carreras y cuatro masters es suficiente, como si éso desagraviara el compartir marido porque es normal. No es necesario decir lo que pasaría si en su país es una mujer la que tiene tres esposos...

Así que como estamos todos muy contentos con la inversión, ó simplemente ni nos hemos enterado y nos encanta esta mujer porque luce muy bien como excelente florero, que es lo que se requiere de una reina según Peñafiel y demás dinosaurios de corrillo. Por supuesto, con el pelo bien tapadito, manga larga y vestido hasta los pies, como una buena y sumisa esposa.

De vergüenza...

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