martes, 5 de febrero de 2019

EL FIN DEL MUNDO 2

saludos desde el día después del fin del mundo. Veo que habéis sobrevivido bastantes, lo cual me tranquiliza, porque escribir para que no me lea nadie no tiene gracia ninguna. Además, sois mis amigos y me gusta que oa mantengáis con vida. ¡Conste que si no os invité a mi búnker a vosotros ni a vuestros gatos fue porque Ferny me lo prohibió!

Llevamos un día aquí dentro y ésto ya parece Gran Hermano. Las primeras rencillas no han tardado en aflorar. Mientras comíamos, el padre de Ferny trató de echarle limón a los calamares -no sólo de jamón vive el hombre- y me disparó en todo el ojo. Mientras me limpiaba exclamé: "¡Por una cosa ó por otra, siempre me haces llorar!" y Ferny lo malentendió, abalanzándose contra su progenitor. Juan Manuel se puso del lado contrario y Mamá tuvo que hacer ademán de coger la escoba para que se calmaran los ánimos.

Los calamares de la discordia
Rajoy está insoportable. Desde que lo raptamos, me ha llamado "inshidiosha" unas 45 veces y se niega a pasar la aspiradora. Creo que voy a abrir la puerta y lo voy a echar al fin del mundo para que se quede a su suerte. ¡Conste que si no lo hago, es porque bicho malo nunca muere, y si sobrevive temo que se me adelante en mi plan de dominar el mundo!

Los niños de San Ildefonso han sobrevivido en su totalidad y el Gordo le ha tocado nada menos que... ¡a Luisa! Esto me lo ha dictado Ferny, por supuesto.

El Gordo, pero no el de Luisa
El número de la suerte, este año ha sido el 76.058.
Un año más que nos quedamos sin un pellizquito, y lo peor es que esta vez no podemos decir "que haya salud", porque necesitaremos el dinero para pagárnosla. Os lo digo yo, que tengo al señor de los recortes haciendo rosquillas y les falta la mitad a cada una. Menos mal que ahora con el fin del mundo sobra un dineral y yo lo administraré entre los supervivientes, subiendo las pensiones a 4.000 euros. Sí, amiguitos y amiguitas, se nota un huevo que ha habido muchas bajas.

Cry no deja de lamentarse:

-Ahhhh, ningún año me toca nada, ¡ya estoy harto!
-¡Pero cómo te va a tocar! -repone Mamá- ¡Si ningún año juegas ni un euro!
-Pues es verdad.

Este no es el apocalipsis que esperábamos, ha sobrevivido demasiada gente, así que a lo mejor para Nochebuena salimos ya a la superficie. Sobre todo por el pitu de caleya que tenemos destinado a la cena del 24, que es tontería no convertirlo en plato de provecho.

De momento, aquí nos quedamos, porque con este jacuzzi y los mareos del cambio de hora, preferimos esperar un poco más. Así que, los que hayáis sobrevivido, tened un poco de paciencia porque cogeré las riendas planetarias entre mañana y pasado.

Ahora os dejo, que he de supervisar el baño que le he ordenado a Mariano que le pegue a la mula y al buey, porque en Belén hay unas garrapatas impresionantes y estaban los pobres que sólo les faltaba tener sarna. Si el Papa no hubiera perecido en el fin del mundo, lo iba a tener de misionero de animales hasta que San Juan bajara el dedo.

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