martes, 5 de febrero de 2019

LOCURA DE PLANES

Cuando las cosas no salen como planeamos


Estoy que muerdo. Bueno, mejor dicho, no muerdo; ¡arranco extremidades con mis dientazos! Resulta que me encuentro de vacaciones y mi plan era emprender viaje mañana y llegar y descansar al lado del mar aunque fuese en alguna pobre tienda de campaña.
Os recomiendo que observeis paginas de esta indole ya que os puede salvar de pasar una mala noche a la interperie.
Por imprevistos de la vida, esto me es imposible, por lo que antes de que me caduque el vuelo me he visto obligada a dirigirme al trabajo a toda leche para cambiar mi segunda semana de vacaciones por la última de este mes, incorporarme el lunes y a la vuelta a casa cambiar el billete de avión.

Llego a ese lugar donde me gano la vida y me percato de que Jefesito se encuentra en la puerta de su oficina, con algunos satélites acompañándolo. No es con él con el que quiero hablar, sino con su segundo de a bordo -recordad que desde que lo puse fino filipino le retiré la palabra-, así que paso sin mirarlo mientras él no me quita ojo, les pregunto a quienes lo acompañan si está la persona a la que busco y cuando me dicen que salió al café, me bajo a saludar al resto.

Aparecen allí más de los que yo imaginaba. "¿Pero vosotros tres no estábais de vacaciones?" "Sí, pero Jefesito nos hizo volver el mismo día que las empezamos. Dijo que no las podíamos coger cinco a la vez y nos llamó". "Mira, no le cojo yo el teléfono fuera de horas de trabajo ni jarta, ¡y en vacaciones menos! Además tuvo seis meses para darse cuenta de que nos quedábamos cinco a la vez, pero claro, seguro que ni cotejó y se fue a dar cuenta cuando el lunes aquí no estaba ni el apuntador". "Sí, dijo que sólo os las daba a tí porque las pediste la primera y a Peluchín porque llevaba mucho tiempo sin quedarse de vacas. Por cierto, a Peluchín le hemos boicoteado la taquilla, ¿la quieres ver?" "No, si éso otro día, a ver si arreglo el asunto".

Pasa el tiempo y yo allí esperando, mientras Cricetidae me pone al corriente de las novedades acontecidas. Como el segundo de a bordo no llega, decido llamar por teléfono a Asfalto, que fue enviado junto a Ori a una misión, porque Jefesito está de malas y no quiere a nadie de brazos cruzados, aunque no tenga nada que hacer en su ámbito.

-¿Asfalto? Es que SDAB no llega, ¿me lo avisas?
-Espera, que voy yo ahora.
-No, pero a tí no te quiero para nada, ¿me lo avisas ó no?
-Tranquila, que voy.
-No, no, que no vengas, avísalo ó dame el teléfono. Y por cierto... ¿dónde está Ori? ¿Qué has hecho con él?
-Está aquí conmigo, ahora lo llevo.
-No, sólo quiero saber si está vivo.
-¿Sí?- ahora contesta Ori.
-Qué no, que a tí tampoco te quiero para nada. ¡Qué aviséis a SDAB, hombre!
-Ya vamos.
-¡Qué no os necesito!
-Estamos donde el semáforo.
-¿Dónde cual?
-Sólo hay un semáforo.
-¿Tú te crees que yo voy contando los semáforos de este pueblucho?

Dadaísmo puro y duro, amiguitos y amiguitas. Yo con un problemón del quince, SDAB sin aparecer y estos dos balbuceando incoherencias telefónicas. Me apetecía darme de cabezazos allí mismo.

Llega ese par y a continuación por fin aparece SDAB. Me enseña el calendario de vacaciones y la semana que yo necesito está libre. ¡Miel sobre hojuelas!

-¿Entonces me la das?
-Es que no puedo pasar por encima de Jefesito, díselo a él.
-Es que no le hablo. ¿No te enteraste de lo que pasó?
-No jaja
-Pues se pasó de listo y lo puse en su sitio, y desde entonces no le hablo.
-Bueno, pues yo se lo digo a él y luego te digo.
-¡Estupendo!

Ori se ha librado de fauces temerarias y me dispongo a contarle lo que me ha ocurrido.

-Pero vamos para aquí...
-¡No coño, que te lo quiero contar a tí, no a todos éstos!
-¡Hija qué carácter! -se escucha a lo lejos- Esta sí que es una mujer dominante.

Le cuento la historia y me voy para casa, aguardando a que sea más tarde para llamar a SDAB.

Primera llamada: Aún no ha visto a Jefesito.

Segunda llamada: Jefesito le ha dicho que no. Ya tiene planes de trabajo para cada uno, y no. Me sugiere que lo llame yo personalmente a ver si lo convenzo.

No sé si os imagináis lo que supone llamar a alguien que te ha sacado de quicio y cabreado hasta las trancas, así que respiré hondo y cariacontecida marqué el número. Me respondió un hombre, diciendo que estaba equivocada.

Cogí el teléfono de Mamá y lo telefoneé de nuevo, después de confirmar con SDAB que efectivamente ese era el número. Nada, equivocado.

¿Se querría quedar conmigo? Lo único que me faltaba con semejante rebote.

Marco su otro teléfono...

-Ya miraré a ver si esos días están libres.
-No, que están libres, ya se lo digo yo.
-Bueno, tengo que mirar.
-Es que necesito cambiar la fecha de un vuelo que tengo para mañana.
-¿Y tú te sacas un vuelo sin tener claro si puedes?
-¡No señor! -Mi cabreo ya sale a flote- Yo podía porque estaba de vacaciones y, como a todo hijo de vecino, se me ha presentado un imprevisto. Porque los seres humanos solemos tener problemas, y esas cosas. Así que sólo quiero cambiar una semana por otra que necesito.

Total, que mañana lo llamaré por teléfono -maldita la gana- y como me diga que no, en persona allí acudo.

El viaje ya lo he cambiado para los días en los que necesito ir, ¿qué iba a hacer sino? ¿Perderlo? Así que espero no tener que pagar otra penalización porque a este buen hombre se le antoje no darme una semana por otra.

¡Con lo bien que estaba yo sin dirigirle la palabra!

PS: Por cierto, vosotr@s que lo sabéis todo, ¿cómo hago para que se me reduzca la pantalla? Es que la página del Facebook me sale enorme y es un rollazo tener que mover la barrita a la derecha y a la izquierda para poder leer.

PS2: La gata Eva (ahora Boni) está muy bien en su casa, acostumbrándose a su nueva familia y mejorándose de sus dolencias. La echo mucho de menos y eso también me tiene triste, porque me di cuenta de que, en el fondo, esperaba que nadie se la llevara para quedármela para siempre. ¡Es que es un amor! La suerte es que su nuevo dueño es el mejor amigo de Cry, por lo que podré verla a menudo y sé de ella a diario.

PS3: Alejandro está con anginas y 40º de fiebre.

PS4: ¿Me votáis en los Premios Bitácoras arriba a la derecha?

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